Para saber cuándo es el mejor momento para hacerse el láser debemos tener en cuenta algunos detalles como, por ejemplo, si buscamos lucir nuestro cuerpo para el verano o, simplemente, queremos una mayor comodidad. Posiblemente no sea necesario esperar una época del año para decidirnos por este tipo de depilación, pero debemos ajustar los plazos si deseamos disfrutar del calor y de la playa

¿Por qué elegir la depilación láser en otoño e invierno?

Si elegimos hacernos la depilación láser en otoño e invierno, es porque nos interesa lucir un cuerpo libre de vello durante el verano. Esta razón no es estrictamente estética, ya que es necesario que tengamos en cuenta algunos cuidados tras cada sesión láser.


Como es bien sabido, antes de comenzar el tratamiento láser es necesario hacer un estudio detallado del fototipo de piel, lo que permite determinar el número de sesiones que se requerirán. Obviamente, debemos tener en cuenta el área que deseamos tratar. Mientras más amplia sea, más sesiones habrá que aplicar con el fin de lograr unos resultados espectaculares.


También existen otros factores que el especialista especificará a cada paciente en función a sus características personales. Los procesos hormonales, o llevar unos adecuados cuidados tras cada sesión, pueden acelerar o ralentizar el resultado esperado.


Si seguimos todos los pasos que nos indica el especialista en estética, estaremos seguros de que cualquier fecha es buena para iniciar el tratamiento depilatorio. En caso de que elijamos las estaciones de otoño e invierno para hacernos el láser, esto nos brindará mayores ventajas, ya que no tendremos que extremar tanto los cuidados de nuestra piel como en las temporadas de calor.

La importancia de cuidar la piel tras la depilación láser

Es imprescindible saber cuidar la piel tras la depilación láser. Para ello, necesitamos seguir a rajatabla las indicaciones que recibiremos del experto en estética. Aunque las sesiones no serán dolorosas, la piel requiere de un proceso de recuperación. De esta forma, recomendamos no exponerse a los rayos UV. También debemos evitar sudar, ya que el sudor puede llegar a irritar el área tratada.

El láser de diodo y tomar sol no son compatibles, al menos de manera inmediata, ya que nos exponemos a la posibilidad de que la piel pueda quemarse, lo que dificultará todo el proceso depilatorio e incluso puede infectar la zona.

Lo primero que nos indicará el especialista es el reposo. Hay mucha gente que incluso opta por hacerse este tratamiento durante sus días de descanso; de este modo no tiene que salir a la calle ni exponerse al calor o la ropa pegada al cuerpo. Como ya hemos dicho, el sudor tampoco es un buen aliado.

Por todo lo anterior, las estaciones más frías parecen más propicias para acudir a las sesiones de depilación con láser, ya que no tenemos que exponernos a temperaturas altas y es menos probable que sudemos. Otra ventaja de seleccionar los meses de frío es que llegaremos al verano con los resultados esperados y no tendremos que preocuparnos por tomar el sol, si así lo deseamos. Eso sí, debemos recordar que siempre tenemos que cuidarnos de los rayos ultravioleta, te depiles o no.

Sinceramente, cualquier estación es buena para que llevemos a cabo nuestra sesión láser, siempre y cuando evitemos el sol, el sudor y podamos mantener una perfecta hidratación de nuestro cuerpo con productos naturales, libres de químicos y alcohol. El especialista, además, nos aconsejará que nos duchemos con un jabón neutro y que no nos expongamos a piscinas o a la playa hasta que nuestra epidermis se haya recuperado.

Otro aspecto que debemos tener en cuenta es la melanina, menos presente en nuestra piel durante los meses fríos. Con los rayos del sol, esta se suele activar y cambia el fototipo de nuestra piel; y con ello dificulta la acción del láser, que debe identificar el folículo piloso.

Cuando nuestra piel se broncea, la actuación del láser se hace algo más complicada, ya que requiere de mayor tiempo para eliminar el vello de raíz. Si nos vemos con la necesidad de aumentar el tiempo de exposición del láser en la piel para lograr su efecto, corremos el riesgo de sufrir quemaduras o de no conseguir eliminar todo el pelo que se había programado en un principio.

Por lo general, el especialista nos puede advertir de lo imprescindible que será aumentar el número de sesiones. O tal vez nos recomiende postergar la sesión, en el caso de que nuestra piel haya experimentado el bronceado producido por el sol.

Un área para cada momento del año

Si hemos pensado en una depilación de todo el cuerpo, seguramente las sesiones se alarguen más tiempo de lo imaginado. En este caso, el experto en estética nos puede aconsejar que elijamos los meses de mayor exposición solar para tratar aquellas partes de nuestro cuerpo que no solemos exponer tanto.


De esta forma, muchos pacientes suelen dejar para la primavera y el verano la depilación en zonas de menor exposición a los rayos UV y que, al mismo tiempo, son las áreas más sensibles del cuerpo. Así, las axilas y las zonas íntimas pueden tratarse en estos meses de calor, al no exponerse de manera directa. Lo que no debemos olvidar es que debemos evitar sudar para que la piel encuentre un pronto alivio tras la sesión láser.


Para la mayor parte de nuestro cuerpo, ahora es el momento perfecto para acudir a nuestro centro especializado en depilación láser. Si elegimos esta temporada, cuando hace frío y el sol no ejerce un efecto tan nocivo en nuestra epidermis, nos resultará más sencilla la recuperación, y los resultados se notarán más rápido.


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Hacerse el láser durante las estaciones de otoño y de invierno garantiza un mejor cuidado de la piel. Sudaremos menos y nos será más fácil encontrar alivio en la epidermis recién tratada. Además, podremos lucir nuestro cuerpo para el verano que viene, sin temer ponernos bikini o bañador.

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