Depilación láser y lactancia forman una asociación de conceptos cuyas consecuencias, igual que sucede cuando relacionamos depilación láser y embarazo, no son conocidas por los potenciales usuarios de este servicio de medicina estética. Por ese motivo, en Láser Oviedo, somos los principales interesados en aclarar las claves acerca de la coincidencia de la depilación láser con estos procesos tan relevantes para las mujeres.

Somos conscientes de que es fundamental contar con información fidedigna sobre dichos temas. Sobre todo, por el hecho de que la salud maternal es todavía más importante que la estética. Pero también por terminar con los falsos mitos o las leyendas urbanas que solo aportan confusión en estas cuestiones. A continuación, desgranamos la influencia recíproca entre la depilación, el embarazo y la lactancia. Empezaremos por la segunda de estas relaciones.

El embarazo y la lactancia provocan cambios en las mujeres

En primer lugar, hemos de recordar que el embarazo y la lactancia someten al cuerpo y a la mente de la mujer a cambios bruscos que no habían atravesado hasta el momento. Son trastornos físicos y cambios de humor relativos a los desajustes hormonales que se producen a lo largo de la gestación y pueden sumir a la gestante en un estado de inquietud, puesto que desconoce el alcance de estos cambios.

Si bien el avance del proceso va a implicar un mayor conocimiento de estas alteraciones corporales y sus derivadas psicológicas, es normal que las dudas afecten a la embarazada acerca de qué puede o no hacer. En este sentido, las sesiones de depilación láser no son una excepción.

Por ejemplo, la caída del vello en las mujeres tiende a reducirse durante la gestación. También se dan casos de hirsutismo, que se caracteriza por un crecimiento del pelo con unas mayores dureza y rapidez. Por eso, en ocasiones, algunas embarazadas lucen frondosas melenas.

Asimismo, suele suceder que, una vez han dado a luz, el cabello se cae de golpe. En los dos supuestos citados, costaría medir la incidencia real de la depilación. Por lo tanto, los expertos sugieren, para depilarse con efectividad, esperar a que transcurra un semestre desde el alumbramiento.

La depilación láser y el embarazo

Lo primero que conviene dejar claro en este apartado es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja la práctica de la depilación láser durante el embarazo. Pero interesa también confirmar que esta aseveración no está basada en pruebas irrefutables acerca de los efectos de esta clase de depilación en la embarazada ni en el feto. Tengamos en cuenta que, además, el láser no penetra más allá de entre 2 y 5 mm en la piel, por lo que no va a llegar al feto.

Sin embargo, todos los especialistas, aunque no exista relación directa en los daños, recomiendan postergar la depilación hasta que pase el parto. Se parte de que, en caso de que hubiera algún daño para la gestante o el feto, este podría ser achacado a los efectos de la depilación. De hecho, la American Pregnancy Association no puede garantizar la seguridad total en estos casos. No olvidemos que se pueden dar algunos inconvenientes, en la salud general, a la hora de eliminar el vello femenino.

Los problemas de eliminar el vello

No revisten especial gravedad, pero resulta lógico que, durante un embarazo, puedan implicar contraindicaciones de mayor relevancia. Son los siguientes.

  • Eritemas. Son las rojeces que salen en las áreas depiladas, lo cual puede conllevar un alivio con calmantes. Tengamos en cuenta que el consumo de algunos medicamentos puede estar contraindicado en las embarazadas.
  • Reacciones cutáneas irregulares. Hemos de recordar que las alteraciones en las hormonas pueden propiciar que los folículos y la epidermis se vean afectados por los cambios repentinos y fuertes de temperatura asociados a la depilación.
  • Dolores. No suelen ser habituales ni potentes, pero, en algunos casos, se pueden sufrir molestias tras depilarse. Huelga decir que estas situaciones de estrés no convienen en absoluto para la salud de la embarazada y del feto.

Por estas y otras circunstancias, la última palabra siempre la han de tener los profesionales en medicina estética del centro de depilación, que están capacitados para analizar, en función del historial médico y de las características de la piel, si el usuario está en condiciones de someterse a la sesión.

La depilación láser en las lactantes

Con la depilación láser y la lactancia ocurre algo similar a lo que hemos contado sobre el embarazo y la depilación. No existen evidencias relativas a que el láser, que apenas penetra en la piel, pueda afectar a la leche materna. No en vano, la Sociedad Europea de Dermatología ha llegado a asegurar que no se han comprobado riesgos por parte de la depilación en la lactancia; sin embargo, nuestros especialistas no recomiendan someterse a este tratamiento mientras la mujer esté en estado de lactancia.

Aparte, conviene reseñar que las hormonas que intervienen en la producción de leche materna (la prolactina y la oxitocina) y las que lo hacen en el crecimiento del vello (los andrógenos y estrógenos) son distintas y sus procesos no interfieren entre ellos, pero siguen habiendo muchos cambios hormonales en la mujer. Por eso, tampoco se pueden constatar resultados más o menos efectivos en la depilación, que ahora mismo está descartada.

Por otro lado, la escasa penetración del láser tranquiliza respecto a una posible afectación de las glándulas mamarias. No obstante, se recomienda aplazar las sesiones de depilación láser hasta que su bebé deje de ser lactante.

Por todas estás razones, los especialistas del centro desaconsejan la depilación durante este periodo, desde el nacimiento del bebé hasta que termine la lactancia. Recalcar que no realizamos excepciones. Pero no por los peligros del láser y de la temperatura para la leche materna, sino, por una parte, para evitar el uso de anestésicos locales para aliviar, cuyos líquidos sí podrían filtrarse a la leche materna. Y por otra, porque como hemos comentado antes, debido a los cambios hormonales, no se pueden garantizar unos resultados más o menos óptimos.

En definitiva, embarazo, depilación láser y lactancia forman un trío con dispares consecuencias. La combinación de la depilación láser con el embarazo y la lactancia no se recomienda.

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