Durante los últimos Juegos Olímpicos, una de las competiciones suscitó numerosas dudas entre la población. ¿Por qué los nadadores se depilan? ¿Es acaso un factor que influya en su velocidad o rendimiento en general? Como especialistas, conocemos la respuesta de porque se depilan los nadadores, y queremos compartirla.
¿Por qué los nadadores se depilan?
Con el paso de los años, hay un mito que sigue perdurando entre la sociedad, y es que los nadadores están obligados por sus federaciones a depilarse el torso y las axilas. La realidad es que para nada es así, solo es una recomendación que siguen para mejorar su rendimiento.
De hecho, la existencia de vello (sobre todo, cuando es muy grueso y abundante) hace que se desplacen a una menor velocidad por el agua. Cuando este se retira, hay una mayor fluidez, lo que se traduce en un impulso relativamente mayor. Este es un fenómeno que ha sido demostrado con experimentos realizados en piscinas, por lo que hoy nadie duda de su veracidad.
Por otro lado, también obedece a criterios estéticos, dado que el rasurado puede ocasionar foliculitis y vello encarnado. Como se exponen ante un público, procuran que el torso no presente ronchas. En cualquier caso, esta es una razón menor que no siempre responde a las inquietudes de los deportistas.
Una que sí lo hace es la irritación del torso cuando se rasura en lugar de depilarse con láser. Precisamente, esta zona, junto con las axilas, son las dos más propensas a sufrir este tipo de condiciones por la agresión a la capa superficial de la piel. Lo mismo sucede con la inflamación o los cortes, que provocan incomodidad al contacto con el agua y el cloro.
La última razón está relacionada con su rutina de recuperación. Después de las competiciones o entrenamientos, una piel libre de vello transpira más fácilmente, lo que contribuye a prevenir la deshidratación. Pero también deben mantenerla limpia para acudir al fisioterapeuta, pues los compuestos usados en los masajes penetran mejor en la dermis.
¿Qué otros deportistas también se depilan?
Partiendo de lo anterior, todos los que practican deportes de agua tienden a depilarse. Esto incluye a quienes realizan waterpolo o natación sincronizada. En este último caso, no lo hacen por la velocidad, sino para mantener la agilidad en sus movimientos y evitar que el enganche de un pelo ocasione dolor.
Hay otros casos que también conviene mostrar, como el surf. El uso de trajes de nailon o licra hace recomendable depilarse para que el vello no quede presionado. De hecho, el rasurado solo provocaría mayor irritación en estos casos, como sucede con la cera y cualquier otro método que no permita disfrutar de las ventajas de la depilación láser.
Más allá de los deportes de agua, podemos seguir nombrando ejemplos. Los futbolistas o los jugadores de rugby tienden a caerse y deslizarse por el suelo, con la quemadura que ello puede originar debido a la fricción con el césped. En estos casos, resulta imprescindible que estén depilados para acelerar el proceso de cicatrización y facilitar las curas.
Por el motivo anterior, también lo hacen los ciclistas en todo el cuerpo, sobre todo, en las piernas. Hay zonas especialmente sensibles en este sentido, como son las rodillas o los codos. Por ello, también es frecuente que se retiren el vello de los brazos y las manos. En cualquier caso, es siempre una cuestión voluntaria y mayoritaria.
Un repaso a los métodos que usan
Cuando hablamos de retirar el vello, hacemos referencia siempre a la depilación láser para deportistas. Otros métodos serían menos efectivos, e incluso contraproducentes, como ocurre con los nadadores. El contacto con el cloro y otras sustancias de la piscina haría que las irritaciones provocadas por el rasurado se agravarán.
Hay quienes optan por rasurarse zonas como los brazos, pero no es del todo adecuado. Si sufren una caída, la herida estará en contacto con el vello que está volviendo a salir. Como consecuencia, no será posible afeitarse ni tampoco resultará tan fácil tratarla, pues la zona no está completamente limpia, y mucho menos los poros.
Mención aparte merecen quienes poseen foliculitis, cuya opción más aconsejable es el láser. Como tiene un potente efecto antibacteriano, mitiga la proliferación de agentes infecciosos. Incluso actúa en las capas internas de la piel para reducir esta circunstancia por completo y con un efecto duradero.
La depilación láser, el método más recomendable
Hemos visto por qué los deportistas no deben tener vello, pero también conviene hacer un repaso por los beneficios de la depilación láser. Este es, sin lugar a duda, el método más aconsejable, por encima del rasurado, la cera (fría o caliente) y el uso de cremas depilatorias que, de todos modos, no poseen un efecto permanente.
Más allá de esta última cualidad, es una alternativa bastante más segura. Las primeras sesiones pueden ocasionar algún tipo de molestia, pero no suelen ser dolorosas. Las áreas más sensibles en este sentido son la cara (la barbilla, concretamente) y la zona íntima, aunque el paciente suele ir acostumbrándose con el paso de las sesiones.
Por otro lado, es la forma más eficaz de eliminar el vello. Esto se debe a que actúa de manera directa sobre el folículo piloso y lo va destruyendo progresivamente. La piel, por su parte, absorbe una cantidad relativa de energía a través de la melanina, pero es tolerable a corto, medio y largo plazo.
En el caso de los deportistas, además, es la opción más compatible con la exigente rutina de entrenamientos que tienen. Como solo deben someterse a una sesión cada mes o mes y medio, evitan tener que rasurarse cada semana. Lo mismo sucede antes de una competición, cuando no conviene arriesgarse con métodos convencionales que generen cortes o irritación.
Después de haber visto por qué los nadadores se depilan, esperamos haber resuelto todas las dudas al respecto. Igualmente, proponemos contar siempre con especialistas en este ámbito para cuidar de la piel. Recordamos que el láser es la opción más segura, eficaz y, por supuesto, la definitiva. ¡Contacta con Láser Oviedo!
La depilación láser es uno de los métodos más efectivos para despedirse por fin del vello.