En otoño e invierno es una buena época para comenzar con propósitos nuevos, algo así como el 1 de enero, pero anticipado. Suele ser el momento de volver a la rutina, ya sea escolar o laboral y, con ella, vienen también las obligaciones diversas.

Con los horarios recolocados después del descontrol del verano, es buena idea comenzar un tratamiento de depilación láser, ya que puedes incluir las sesiones entre tus quehaceres diarios sin que las vacaciones o un viaje improvisado las interrumpan.

Este es solo uno de los motivos por el que la depilación láser en otoño e invierno es una buena idea. Te contamos más a continuación.

Tratamiento de depilación láser entre octubre y marzo, la mejor opción

Cualquier centro especializado en depilación láser te recomendará que esperes al término del verano para comenzar con tus sesiones de láser, así contarás con una mayor comodidad. De lo contrario, tendrías que esperar hasta unos 15 días para poder acudir a la playa o tomar el sol (algo un poco incómodo cuando se trata del verano).

Lo mejor es que, comenzando en esta época del año, el verano del año siguiente ya podrás olvidarte de los pelos. Estar perfecta para el verano de 2020 puede ser una realidad. Aunque es cierto que el número de sesiones varía en función de la cantidad y las características del vello corporal.

Por lo general, las sesiones de octubre a marzo suelen ser suficientes para que cuando llegue el mes de junio, los pelos de las zonas que quieres exponer al sol ya no sean una preocupación. Sin embargo, puede depender de tu tipo de piel.

Además, te aseguras de que en invierno no te vas a exponer al sol (a no ser que te vayas de viaje a las Maldivas). Por tanto, tu tratamiento de depilación láser será más seguro y efectivo. Evitarás irritaciones en la piel o quemaduras que pueden estar provocadas por no esperar los días suficientes para tomar el sol.

Debes saber que el sol del invierno (que también existe) no es tan intenso como el del verano, por lo que produce una menor cantidad de melanocitos. Estos son los encargados de aportarle melanina a nuestra piel. A su vez, estos son el peor enemigo de la depilación láser y la luz pulsada.

En el momento de comenzar tus sesiones, es recomendable que hayas esperado al menos un mes desde la última vez que tomaste el sol. De este modo, te aseguras de que la melanina que el sol le aporta a tu piel haya disminuido. Ya que el láser ataca a la melanina del vello y puede confundirse provocando quemaduras, conviene evitarlas esperando.

El láser de diodo y tomar el sol no son compatibles

En cualquier caso, hay recomendaciones que se mantienen para cualquier época, como es la de no ponerse prendas ajustadas justo después de acudir a una sesión de depilación láser. En otoño e invierno esto no tiene por qué ser un problema, ya que puedes optar por un pantalón flojo o ropa holgada cómoda. ¡Luce una piel libre de vello el verano que viene!